YouTuber condenado por humillación.

Son muchos los que todavía siguen creyendo que en internet se puede hacer cualquier cosa. La verdad es que hace muchos años que internet dejó de ser un espacio libre, para transformarse en un lugar controlado, y sujeto a reglas.

Una jueza de Barcelona condenó al famoso youtubers ReSet (Kanghua es su nombre real) a 15 meses de cárcel, 20.000 euros y le prohíbe usar la red social Youtube por cinco años por haber humillado a un mendigo al que le ofreció galletitas rellenas de dentífrico, situación grabada y publicada en su canal de la red social.

El condenado aceptó el desafío de un seguidor para rellenar galletitas con pasta de dientes, y el youtuber decidió entregársela a una persona en situación de calle. La sentencia dice que lo hizo “para captar de forma efectiva la atención morbosa de sus seguidores” y así obtener “un apetitoso incremento de ingresos” que percibía de Google por publicidad. Además de este hecho, se pudo comprobar en el juicio otras situaciones igual de humillantes hacia otras personas.

Lo que más resalta de esta sentencia es que además de la indemnización más la prisión se le prohibió al youtuber a seguir usando la red social, obligándolo a borrar su canal. RedSet es uno de los 200 youtubers más importantes de España e Iberoamérica, con 1,1 millones de suscriptores y 124 millones de visualizaciones.

La sentencia es muy interesante desde dos aspectos. El primero y más básico es que haya intervenido a pedido de la fiscalía. Realmente se hace necesario que cada vez más los jueces se acerquen y controlen lo que sucede en el mundo digital.

En varias oportunidades hemos alertado de la falta de regulación de youtube, donde nuestros niños están pasando sus horas de entretenimiento. La televisión es cada vez menos consumida por los más jóvenes y por consiguiente las leyes que regulan los medios audiovisuales no sirven para nada.

El otro aspecto valorado de la sentencia es la condena, y el hecho de haber ordenado la suspensión por cinco años el uso de youtube. En un mundo capitalista donde las ganancias que perciben estos jóvenes son millonarias, cualquier indemnización es irrelevante y posiblemente no cumpliría ningún efecto de recapacitación sobre el victimario. Hay que pegarles donde más les duele y sacarles la “pantalla” es un remedio interesante.

Me pueden criticar diciendo que las penas nunca deben ser retributivas pero, la única verdad es que los youtubers tienen un alcance extraordinario y sus videos son vistos por millones de chicos en todo el mundo. Viralizar acciones denigrantes hacia otras personas merece una pena ejemplificadora.

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Abogado Argentino especializado en Derecho informático y Nuevas Tecnologías. Docente e Investigador en UES 21. Director de consumidorenlaweb.com

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